Riotuerto - La Cavada. Colegio del Sagrado Corazón de Jesús (1917-1921)



  Situado en la comarca de La Trasmiera y a 24 kms. de la capital cántabra, el municipio de Riotuerto está rodeado por los términos de Medio Cudeyo y Entrambasaguas al norte, Liérganes al oeste, Solórzano al este y Ruesga y Arredondo al sur. Ocupa una superficie de 39 km2. y cuenta hoy con una población de 1500 habitantes. Constituyen el municipio de Riotuerto las poblaciones siguientes: La Cavada, Barrio  de Arriba, Monte, Rucandio y Angustina. 



  Riotuerto está íntimamente ligado al establecimiento de la Real Fábrica de Artillería de La Cavada, creada en 1634 por Jean Curtius.



 Sus cinco hornos en activo suministraron armamento a las plazas fuertes de España y de sus colonias, y a la Real Armada. El emplazamiento fue escogido cuidadosamente, dada la existencia en la zona de grandes masas boscosas y del caudaloso y regular río Miera, que facilitaba el transporte de madera hasta La Cavada. Fueron operarios flamencos quienes pusieron en marcha la fábrica y quienes enseñaron las más modernas técnicas de fundición a los naturales del país. La fama de estos altos hornos trascendió las fronteras y sus piezas de artillería alcanzaron renombre por todo el continente europeo. 


Real Sitio en La Cavada. Estructuras conservadas de la Real Fábrica de Artillería. Cantabria (España)
1) Puente 2) Portada de Carlos III 3) Almacenes 4) Casa Redonda (Antigua capilla) 5) Casas de operarios caballerizas

Autor : Jesús Gómez
   En 1847, se estableció aquí una empresa "La Montañesa Textil S.A.". Hoy, pasados los años, no mantiene ya la fuerza industrial de antaño y la mayor parte de la población se dedica a actividades del sector primario. Entre los restos monumentales destaca la Puerta de Carlos III,



de estilo neoclásico, habilitada como acceso a la Real Fábrica de Cañones de Liérganes y La Cavada. Consta de un arco de medio punto entre pilastras severas y se remata con el clásico frontón triangular.
 
  En arquitectura religiosa sobresalen la iglesia parroquial de San Juan Bautista (La Cavada, siglo XVI),



y la de Santa María Magdalena en Rucandio.

Como en tantos otros lugares de Cantabria, aún quedan en pie una serie de casonas de comienzos del siglo XIX en La Cavada, pertenecientes a indianos y emigrantes que regresaron de América (Datos espigados de las páginas web "Riotuerto" y "Cantabria.102 municipios.com"). 

LA FUNDACION DE LA ESCUELA

 Francisco del Cerro Escudero era natural de Riotuerto y, como otros paisanos suyos, emigró a México,donde pronto logró prestigio y fortuna. Incluso acabó representando a España como cónsul. Nada extraña que, siguiendo los pasos de otros benefactores de sus lugares de origen, quisiera dotar de un centro escolar a los niños de Riotuerto. Para ello contó también con el apoyo familiar. El Patronato creado al efecto tendría como presidente al Obispo de Santander. Como maestros, se pensó en los Hermanos de La Salle, presentes ya en varios otros puntos de la geografía de Cantabria y cuya benemérita labor era ampliamente reconocida. En el verano de 1917 llegaron a Riotuerto tres Hermanos que iniciaron sus tareas docentes el 21 de agosto en 2 aulas y con 90 niños. El centro escolar distaba 2 kms. de la principal localidad, La Cavada, pues como escribe el H. Saturnino Gallego, "la casa estaba casi en un despoblado", propiamente en Barrio de Arriba. El municipio de Riotuerto contaba por entonces (1920) con 2318 habitantes, que en nuestros días, como ya se ha indicado, se han reducido notablemente. 

 No ha pasado desapercibida la singularidad de esta construcción escolar. Así se describe en un interesante artículo de la Revista CABAS, titulado "Notas sobre el espacio escolar en Cantabria.1850-1936", cuyo autor es Ángel Llano Díaz.


"El edificio es también obra del arquitecto Joaquín Rucoba, en 1911. La capilla ocupa el espacio central del edificio y a ambos lados están los pabellones de las aulas. El edificio es de mampostería revocada, con sillería en los esquinales y en los cercos de los vanos. El cuerpo central, de dos alturas, está rematado por un hastial escalonado (...) al gusto de los modelos de finales del XIX y principios del XX. El acceso a los pabellones se hacía por la fachada principal. Las aulas eran muy grandes y tenían iluminación bilateral con cinco ventanales a la fachada principal y tres a la parte posterior. Disponía de un gran campo escolar".

 La capilla, aún en uso actualmente, se puso bajo la advocación del Sagrado Corazón de Jesús.

 Tan sólo cuatro años permanecieron los Hermanos en Riotuerto. "Con medios económicos escasos, el aislamiento de la escuela, mayor aún que en Anaz o Isla, la disminución del alumnado y, al parecer, un Director que no estuvo a la altura de las circunstancias explican la efímera estancia lasaliana en el lugar. La nota trágica se produjo a poco de abandonar los Hermanos Riotuerto. El maestro que les reemplazó en la escuela tuvo desavenencias con el sacerdote coadjutor que fueron yendo a más en poco tiempo a causa de los derechos de ocupación de la vivienda dejada por la Comunidad de Hermanos. Lo cierto es que con ocasión de unos funerales, el maestro, enajenado por la situación, hirió al cura párroco, acabó con la vida del coadjutor y luego se quitó la vida en presencia de los fieles". (H. Saturnino Gallego: "Sembraron con amor", p.462, nota 49).

 Entre los Hermanos relacionados con este Centro Escolar está el H. Cirilo Bertrán, (mártir como sabemos en Turón durante la Revolución de octubre de 1934, y canonizado en 1999 por el Papa Juan Pablo II). 



Le hemos visto ya dirigiendo el Colegio de Isla (1918-1920). De aquí pasaría a Riotuerto para, por decisión de los superiores, proceder al cierre del establecimiento escolar al término del curso. Sin duda que hubo de pasar malos ratos a la hora de afrontar esa decisión.

 Hemos tenido acceso al siguiente escrito, no exento de solemnidad, prestado por uno de los Hermanos que le conocieron y trataron en aquellos años: "El cargo de Director le causó especiales dificultades en algunas ocasiones, como cuando hubo que cerrar las casas  de Isla y Riotuerto. Los superiores, que conocían el tacto, humildad y paciencia del H. Cirilo le escogieron para esa enojosa y delicada misión porque confiaban que por su medio se arreglarían las cosas sin estridencias y quedarían bien las partes, como así sucedió" (Testimonio tomado de la documentación abierta en el Proceso Diocesano de los Hermanos Martires de Turón- Oviedo, 1944)